¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLE LA INSEGURIDAD?

Acerca de blumberg, cecilia pando, luis patti, bernardo neustadt y “cia”

El conflicto de baja intensidad es una doctrina militar de matriz estadounidense que surge del diseño estratégico norteamericano para la primera mitad del siglo XXI, destinada para su aplicación como elemento de control político militar.

Uno de los componentes de la doctrina militar norteamericana para el continente latinoamericano es el conflicto de baja intensidad y la creación de espacios de inseguridad urbana como uno de los sujetos espaciales donde se aplica el despliegue militar estadounidense.

Esta doctrina contempla con carácter estratégico el rol de la reproducción cultural a través de los medios de comunicación como disciplinador social, como encolumnador social.

Los medios han creado una nueva categoría que se llama la derecha mediática.

La derecha tradicional argentina, con capacidad de expresión política tradicional, ¿adónde se encuentra? Se tiene que mimetizar.

Históricamente se ha mimetizado en organizaciones “populares”, lobbyes económicos, etc. Nadie en Argentina dice “soy de derecha”. Acá se han llamado siempre “partidos de centro”, cuando son verdaderos energúmenos fascistas.

En un momento donde la derecha no tiene líder, no tiene fachada ni partido destacado, se mimetizan en los medios de comunicación. Entonces instrumentaliza los medios, de forma tal que sean sus herramientas de disciplinamiento social.

¿Hay mejor ejemplo que de los medios de comunicación como disciplinador social en la Argentina que el fenómeno Blumberg?

Blumberg es un fenómeno creado por los medios de comunicación, a partir de un emergente de algunos sectores de clase media con tradicional fobia social. Por eso TODOS los medios preferidos de esa clase media, están de la noche a la mañana con el tema Blumberg. A favor en su mayoría y dejando pasar algunas opiniones “en contra”, para aparentar pluralismo.

¿Por qué Blumberg es atendido por representantes de los principales bancos de inversión estadounidense, que han sido colocadores históricos de deuda argentina en el exterior; o invitado de honor en la embajada estadounidense los 4 de julio?

Porque esa es la derecha que necesita de un ordenador, de un disciplinador social y ese es el mensaje de Blumberg.

¿Qué función cumplen sino los personeros de la dictadura como Cecilia Pando, Luis Patti, o Bernardo Neustadt? ¿Qué van a pedir a la marcha de Blumberg? ¿A que van las agrupaciones de militares retiraros que participaron en el genocidio argentino?

Cárceles, cárceles y más cárceles.

Las promesas consisten en aumentar el número de cárceles a la que te criaste y como a cualquier tilinga de barrio norte le gustaría: Un montón de cárceles por todas partes. Para los pobres. Porque la pobreza es la verdadera hipótesis de delito. No la delincuencia.

A esta altura y de acuerdo con el resultado que muestran las penas más severas, las condiciones bestiales de detención y el gatillo fácil, lo único que queda aún peor es lo que dicen algunas mentes del pensamiento promedio argentino: que esto se arregla matando 1 millón de personas.

Sería una solución demográfica plantear un exterminio masivo, y de pronto habría menos exigencia de puestos de trabajo, por ejemplo.

Cada tanto el capitalismo se las arregla de esta manera, y la historia lo demuestra en forma bastante clara.

Se trataría de conformar bandas armadas que operen como grupos de tareas, comandadas por militares patrióticos que tendrían permitido remunerarse con los botines de guerra levantados de cada casa. Y de paso se los habilitaría a secuestrar bebés, para que crezcan en el seno de una familia “como la gente”.

Con el aval de la iglesia y de manifestaciones callejeras

pidiendo más seguridad, encabezadas por la abanderada de Videla y la tortura: Cecilia Pando

Habría, además, campos de concentración, para que cunda el ejemplo de lo que les espera a quienes se animen a cuestionar el orden establecido. A cargo de estos campos podrían estar cuadros como el comisario Luís Patti.

Y a los sobrevivientes jamás se les ocurriría revisar ni juzgar nada de nada, porque se habrá extirpado el cáncer que corroe a la nación.

Eso es conflicto de baja intensidad. Es el resultado del conflicto de baja intensidad.

La creación de una “sensación térmica” de inseguridad que realmente en las calles no se percibe más de lo habitual, más de lo que fue siempre, pese a la desesperante condición social que indica la realidad de la Argentina